¡Feliz año nuevo!
Bonne année!!
Happy new year!!
Felice anno nuovo!!
Št'astný nový rok!!
Feliz ano novo!!
Gutes neues jahr!!
Urte berri on!!
Sana saiida!!
Dewenati!!
"En Comala comprendí que al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver..."
Como no podía ser de otra manera, todas estas frases no son alabanzas a nosotros, los andaluces, más bien son acusaciones graves en la misma línea de los estereotipos que llevamos cargando desde hace siglos: vagos, juerguistas, analfabetos, subsidiados... ¿Hasta cuándo vamos a tener que soportar esto? ¿De verdad que se pueden decir estas cosas sin consecuencia alguna? ¿Nadie va a defender nuestra dignidad, ni nosotros mismos?
Resulta que, tras mi partido de fútbol sala del jueves, acabé con un dolor en el pie derecho que vengo arrastrando desde que estaba en Argentina. Casi sistemáticamente, cada vez que juego al fútbol acabo con esas molestias, que se me acaban pasando días después. Ante tal reincidencia, decidí ir a urgencias el viernes por la mañana para que me vieran...
En fin, que no me quedó más remedio que volver al día siguiente. Me hacen mi radiografía (después de esperar a que encendieran la máquina), se la llevo al médico de guardia y lo primero que me dice es: "no sé para qué te han hecho una radiografía, si por lo que me dices esto tiene que ser articular". Así pues, decide mandarme un tratamiento antiinflamatorio que no pienso tomar, y me dice que, si me sigue doliendo después, pida cita al traumatólogo. Dicho esto, se autocorrige y puntualiza, "mejor pide cita ahora porque las están dando para enero, y si estás mejor, la anulas". Y, efectivamente, me dan cita para el nueve de enero.