lunes, 11 de febrero de 2013

Las bicicletas son para el trabajo

Hace unos días, vigilando mi primer examen universitario, me vino la inspiración:

Hace tiempo que observo con asombro el fenómeno de las bicicletas en Burundi. Es impresionante contemplar cómo la gente de este país tira de ingenio para convertir una simple bicicleta en un auténtico camión-trailer de gran tonelaje. Mediante rústicas estructuras hechas a base de madera y cuerdas, son capaces de transportar verdaderas barbaridades de muchísimo peso.


En el tiempo que llevo aquí he podido ver sacos enormes llenos de carbón, todo tipo de frutas, verduras y legumbres, decenas de bidones de agua, enormes barras de metal estratégicamente colocadas y desafiando las leyes de la gravedad, techos de uralita y colchones enrollados, e incluso en una ocasión me encontré, atónito, a un hombre llevando un enorme portón de hierro.


Otra historia aparte son los taxi-vélo, otra muestra de ingenio de los africanos. Por el irrisorio precio de 200FBU (menos de 0,10€), puedes ir cómodamente sentado en la parte trasera de una bicicleta-taxi decorada con colores rasta, y que te llevará a cualquier punto de la ciudad.


En fin, que como dicen en mi tierra "el que no se busca la vida es porque no quiere", y aquí vemos día a día que su capacidad de inventiva para aprovechar sus escasos medios no conoce límites.

2 comentarios:

  1. esos vatos son la mamada... con todo el significado que tu sabes que implica toda esta expresión para mí

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