Momento de inspiración el domingo pasado. Siento haber abandonado esto tanto tiempo, pero ahora no tengo tiempo para nada...
Bob Marley de fondo suena en el autobús. Voy hacia Bujumbura
para la despedida del gran Kopas, pero en mi cabeza no para de dar vueltas la
idea de mi propia despedida. Dos semanas. Dos semanas, y los casi diez meses
que he vivido en este rincón del corazón de África habrán terminado. ¿Para
siempre? ¿Volveré? Nunca se sabe, pero lo que es seguro es que un trozo de mí
se queda aquí, y que un trozo de este bello enclave siempre vendrá conmigo,
acompañándome allá donde vaya. Una vez más me tengo que despedir de un lugar
maravilloso y de su maravillosa gente. ¿Hasta cuándo durará esto? Tampoco puede
saberse, el tiempo lo dirá, es muy sabio.
Estoy feliz de reencontrarme con mi gente, pero en este
momento, en este autobús, la sensación es más de nostalgia y melancolía por lo
que dentro de dos semanas serán solo recuerdos. Dos semanas. Y ahora sonrío. Es
increíble cómo la vida puede dar tantas vueltas, y cómo el camino que trazamos
puede llegar a ser tan hermoso. Sonrío, sí, y tengo motivos para hacerlo: soy
realmente afortunado. Es imposible describir en unas cuantas líneas el
sentimiento que me invade, la paz interior, el enriquecimiento personal y el
enorme aprendizaje que me ha aportado, no solo esta experiencia, sino todas las
anteriores. El mundo es demasiado grande y demasiado bonito. Miro a la
izquierda, por la ventana, y un enorme valle repleto de plataneras me recuerda
donde estoy. Y sonrío. Dos semanas…
en dos semanas termina una etapa pero comienza una leyenda... Andrés, el muchungo, altuna lópez
ResponderEliminarBienvenido, tengo que conocer ese nuevo wey!
La leyenda ha comenzado!!
EliminarMe encanta esta entrada, brother! eres un grande!
ResponderEliminarGracias hermano!! Ya estoy aquí!!
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