Mi inseparable amigo Abel se acaba de hacer un blog, Cuadernos de Jerez, bastante recomendable por cierto. En su primera entrada, decía algo así como que "no sabe muy bien de qué va a tratar", y eso me hizo recordar viejas palabras mías.
Antes de crear mi blog llevaba ya un par de años pensando en hacerlo, pero no di el paso hasta hace casi diez meses, y para mi ya es un éxito que siga existiendo porque yo pensaba que lo abandonaría al poco tiempo. Precisamente, y volviendo a lo de antes, yo también comencé mi blog con alguna frase parecida a esta, de "no saber de qué hablar/escribir", y casi diez meses después tengo la sensación de que sigo igual que al principio.
En este espacio ha habido tiempo para hablar un poco de todo: viajes, historias mías de la vida cotidiana, política, música, encuestas absurdas, deportes, trabajo, banalidades... Pero el caso es que mi objetivo no sabía ni sé cuál era, pero lo que sí que sabía y sé es que no era simplemente contar mi vida como un diario, aunque se llame así.
Así que así sigo, sin un tema claro, sin saber de qué hablar, qué hacer o hacia dónde dirigirme, dando bandazos de un lado a otro. Y ya estamos en enero. Y en 2012. ¿Por qué será?
¿Por qué chungo? No entiendo...
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