lunes, 12 de marzo de 2012

Y al final, el traje me entró...

He aquí la prueba de que, desafiando las leyes de la física, conseguí abrocharme el botón del pantalón del traje, y de ahí no se movió en toda la noche...


Ahora pongo rumbo de vuelta a Jerez, a donde espero llegar el miércoles por la noche. Esta vez, el viaje no pinta tan mal como en la ida, pero no cantemos victoria antes de comenzar. Próximamente informaré más y mejor de algunos temas, pero ahora tengo que dejaros, ¡el deber me llama! Hasta pronto familia.

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