Hoy es 15-M. Hoy hace un año que este importante movimiento social comenzó, así que algo había que hacer. Yo no soy partidario del insulto, pero este artículo de Aarón Reyes Domínguez es simplemente genial.
Querido señor Presidente: es usted un hijo de puta. Usted y sus ministros.
Se lo digo así, de entrada, porque sé que
nunca va a leerme, como nunca lee usted libros, ni nada más que periódicos deportivos
como usted mismo ha confirmado, jactándose, como buen español de ser un
ignorante. No se engañe, por eso lo han votado tanta gente. Perdonen los demás
el exabrupto, pero es que está demostrado que somos lo que nuestros padres nos
han educado, y si usted y sus ministros son como son, es porque sus madres muy
bien no lo han hecho. A pesar de los colegios de pago, de pertenecer a la
oligarquía de épocas dictatoriales, etc.
Verá usted, señor presidente. Lo que más me
molesta no es que usted sea un bastardo malnacido, sino un ignorante, y sobre
todo un mentiroso. Se presentó a unas elecciones diciendo que no haría cosas
que ahora hace. Dijo hace tiempo que la posibilidad de una amnistía fiscal le
parecía injusta y absurda, y no ha tardado ni tres meses en recurrir
a esta medida de forma injusta y absurda, como señala el diputado de
IU Alberto Garzón al que usted y sus secuaces ningunean como a cualquier otro
que no sea seguidor suyo. Ésa es la democracia que ustedes entienden, ignorar a
los representantes de la ciudadanía que no les afín. Usted dijo que la
Sanidad y la Educación no se tocaban, y la han tocado pero bien.
A la banca nada, y eso que los grandes expertos en economía señalan que, o le
metemos mano a sus amigos de las finanzas, o nos vamos a pique.
Le voy a explicar unas cuantas cosas dado que
usted es un ignorante que lee prensa deportiva en lugar de libros de historia,
economía o política. Durante los años 20 hubo gente que tuvo la genial idea de
crecer mucho, por encima de sus posibilidades como ahora tienen ustedes tan de
moda decirnos. Tanto que incluso a Churchill, para salir de la situación de
postguerra, se le ocurrió revalorizar la libra, lo que trajo bajada de sueldos
y aumento de las horas de trabajo. No sólo no se creció por encima de lo
esperado sino que destruyó la posibilidad de crear un modelo sostenible de
crecimiento basado en el consumo, lo que permite terciarizar una economía y
hacerla verdaderamente competitiva. Eso es ser un país desarrollado y no ganar
mundiales de fútbol. Cuando llegó la crisis del 29 y la posterior recesión
mundial en los 30, en un país tan poco sospechoso de socialista, comunista o lo
que ustedes quieran, como EEUU, decidieron adoptar una cosa llamada New
Deal, que consistió, entre otras cosas, en subir los sueldos y bajar las horas
de trabajo. Como consecuencia, había más puestos de trabajo para cubrir esas
horas de menos, y los que salían de su trabajo lo invertían en consumo, lo que
reactivó la economía y permitió al país dar un definitivo empujón hacia arriba
para salir victorioso de una Guerra Mundial que libró en tres
continentes.
Por si usted no lo sabe, las medidas que está
ejecutando han conseguido lo contrario. Hablo en pasado porque tal vez no lo
sepa, pero no hay nada nuevo en los famosos “recortes”. Argentina, Chile,
Polonia, Rusia y así hasta un largo etc de países engrosan una horrible lista
de fracasos de las políticas neoliberales de Milton Friedman y el Consenso de
Washington que desde los 70 llevan intentando hacernos creer que sumergir a un
país en el shock económico es una salida a la crisis. Jamás las medidas
de la Escuela de Chicago han funcionado. Jamás un país ha salido de
la crisis de esa forma. Jamás una sociedad se ha beneficiado de ello. Por el
contrario, ha generado suicidios, deterioro del
Estado del Bienestar (que ustedes insisten en decir que se ha terminado
mientras vemos cómo crece y se desarrolla en otros países de nuestro entorno) y
ha destruido el futuro de numerosas generaciones.
Usted miente, señor Presidente, y es sumamente
peligroso. Porque el anterior era un inútil, pero usted es un pirómano en mitad
de un incendio. El otro creía vivir en el País de las Maravillas y usted nos
está sumiendo en el País de los Horrores. Toda política fiscal que no se base
en la generación de riqueza, toda medida relativa al empresariado que no
atienda prioritariamente a las empresas que cotizan más del 60% de sus
ganancias en forma de sueldos e impuestos en España (y no Repsol, que solamente
invierte un 20% y ahora la defienden como española; hay empresas extranjeras
que reparten más beneficios al conjunto del país), todo lo que no sea alumbrar
un futuro basado en la investigación y no en el trabajo precario, es destruir
el futuro del país. A usted y sus secuaces se les llena la boca diciendo que
hay que fomentar el emprendedorismo, y en lugar de ello desarrollan un plan
basándose en los ideales especulativos de los dirigentes de la
CEOE cuyo historial de empresas arruinadas por la especulación de la que
ellos salen indemnes mientras el Estado se hace cargo de los parados que dejan
es absolutamente bochornosa. Eliminan de todo plan de emprendedores la
posibilidad del emprendedor social y generan únicamente una nueva casta de
tiburones amparados en una reforma laboral neofeudal.
Ustedes se olvidan que los países desarrollados
como EEUU, Alemania, Francia, etc., invierten entre el 2’6 y el 3’4% del PIB en
I+D+I. España no sólo necesita un esfuerzo superior (en torno al 6%) para
ponerse a su altura sino que ustedes nos bajan la inversión del 1’3% al 0’9%.
Para entendernos, usted que sólo lee sobre deportes, es la diferencia entre
inventar un coche, y fabricarlo. Quien lo inventa tiene los beneficios de todos
y cada uno de los coches que se venden. Quien lo fabrica sólo de las unidades
que salen de su fabrica. ¿Dónde se inventan los coches? En Alemania, por citar
un caso. ¿Dónde se fabrican? En España, Polonia o Rumania. Es evidente de
quiénes estamos más cerca, pues. Al darle el hachazo que usted le ha dado a la
investigación nos condena a ser un país de camareros, portaequipajes, y por
supuesto de trabajadores poco o nada cualificados que trabajemos para empresas
extranjeras a sueldos miserables mientras tenemos la moneda de los países con
mejor calidad de vida. Si seguimos en el euro es para vivir como ellos, no para
que ustedes nos hagan vivir como en Botsuana con precios de París.
Usted nos está suicidando económicamente.
Tal vez no sepa quién es Paul Kruggman, pero es Premio Nobel de Economía. Para
él es evidente que usted nos miente o no quiere darse cuenta de que no estamos
ni siquiera en recesión, sino en fase de depresión, y sus medidas nos hunden
cada vez más. Ha aceptado ser el banco de pruebas del FMI,
cuyas medidas ya arruinaron a varios países, pregunte si no por Grecia o Italia
donde están fracasando estrepitosamente. Usted no le dice a la gente que
estamos metidos en una III Guerra Mundial cuyas armas no son de fuego, sino que
tienen a forma de experimentos socio-económicos, donde los tanques son agencias
de calificación de la deuda, donde los países utilizan a los ciudadanos para
intereses ajenos a estos, y donde, al final, la gente está muriendo y
sufriendo, como en cualquier guerra. Usted nos dice que es bueno meter a
cuarenta alumnos por clase, que es bueno que haya menos profesores, menos
médicos, menos atención sanitaria, y a veces pienso que simplemente usted es
gilipollas, que no puede ser que actúe con maldad. Y créame, lo sigo pensando.
Los malos seguramente son otros, usted no tiene la inteligencia suficiente para
darse cuenta de todo eso. Sí la tiene, en cambio, para saber que todo esto
puede traer revueltas sociales, agitación en la calle. Por eso va a aprobar una
medida por la cual será terrorismo y condena criminal resistirse a la
voluntad del Gobierno expresada en sus brazos de coerción, es decir, al
policía. Como yo le estoy diciendo esto, seguramente me acusará de terrorismo
por incitar a la gente a decirle a usted las verdades a la cara.
Señor Presidente, usted no quiere decirlo
porque la Führer Merkel le amenaza desde el IV Reich que se ha
instalado. No es una exageración, oiga, que lo dice hasta el Financial Times que
como todo el mundo sabe es muy de izquierdas sin duda. Estamos metidos en mitad
de una III Guerra Mundial, vuelvo a repetírselo, y no es una idea únicamente
mía, sino de gente de esa que ha estudiado, tiene doctorados, ha dado clase en
varias universidades, ha viajado por el mundo, ha leído mucho, mucho, habla
varios idiomas, ha vivido diferentes procesos de crisis y recuperación, y a
algunos también les gustan los deportes. Pero también ven que ustedes nos metieron
una primera fase de Movimientos Financieros que ahogaron nuestra economía y
ahora nos meten en una fase de Posiciones para hundirnos en el shock, en el
miedo, en la angustia.
Solo le deseo que si algún día la sociedad se
rebela, salimos a la calle, tomamos los poderes públicos, proclamamos una
Asamblea Constituyente, convocamos un referéndum sobre la forma de Estado,
disolvemos los partidos actuales y los obligamos a refundarse en partidos que
atiendan a las ideologías políticas y no a las económicas, establecemos un
sistema de elecciones realmente democráticas, nos salimos de la moneda alemana
(llamada también euro) y establecemos pactos bilaterales con los países
importantes, invertimos en educación e investigación. Si todo eso pasa y
empieza con una mecha que la sociedad enciende. Si pasa y asaltamos su palacete
en la Moncloa, ojalá usted esté ya camino del exilio en Berlín.
O lo va a pasar mal. Muy mal.
Me encanta :)
ResponderEliminarClaro que sí!! :D
EliminarÁnimo Phelps!
ResponderEliminarMuchas gracias coach!! Aunque no me gusta la fama, yo soy más de Moussambani... :D
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