Como llevo unos días diciendo, estoy mirando directamente a los ojos a mis últimos días en París. El viernes por la tarde cerraré otro capítulo de mi inestable vida, en este caso el de París, y se abrirá otro de total incertidumbre.
Pero no podía irme sin dedicarle una entrada a mis queridos compañeros de piso. No todo el mundo lo sabe, pero hace casi dos meses dejé mi piso-comuna nepalí para venirme a vivir con mis queridísimos Mer, Lu y Abdel. Estos dos meses han sido simplemente maravillosos aquí, VIVIENDO (y lo escribo en mayúsculas, porque esto sí ha sido vivir) con tres personas fantásticas que me han hecho volver a sentir lo que es vivir con amigos, y no con desconocidos con el Síndrome de Diógenes.
Aquí hemos pasado por todo tipo de historietas, y siempre han sido preciosas: cenas étnicas (argentinas-marroquíes), charlas hasta las mil de la madrugada, chocolate, películas hacinados en una cama, calcetines en las puertas, ruidos amorosos nocturnos, vecinas histéricas que se quejan de esos ruidos por ser demasiado amorosos, alguna que otra fiesta (aunque sigo esperando mi fiesta de bienvenida), puertas que se abren solas (y eso sí que es acojonante, que se te abra la puerta de casa a las 2 de la madrugada sin explicación alguna), visitas (o estancias) de nuestros queridos Kárim y Maher, leches con nesquick a las dos de la tarde, y por supuesto, risas y más risas. Y me paro, porque si no, no acabo nunca. Simplemente, felicidad.Y amor, mucho amor.
Así que, resumiendo, esto es simple y llanamente para deciros, Mer, Lu y Abdel, que os voy a echar muchísimo de menos, y que espero y estoy seguro de que nos veremos pronto. Os quiero.
Últimos minutos en mi querido piso... :(
ResponderEliminarGracias por tus palabras de despedida Andrés, el piso lo hemos disfrutado en grande todos los que allí estuvimos y lo vamos a echar MUCHO de menos. Y como dijo un querido y mítico amigo nuestro, Luis Bourbon, las despedidas son buenas porque permiten nuevos reencuentros... Te quiero..
ResponderEliminar=) gracias a vosotros =)
ResponderEliminarGrande el piso, grande las experiencias y sobre todo GRANDES los que allí vivían y los que por allí pasamos. Toda esa magnitud deja como resultado GRANDÍSIMOS recuerdos y vivencias. Gracias a todos por este año de excepción y a tí Andrés por recordarlo con esta entrada en tu blog. Y como bien dices, se os echa de menos y seguro que nos vemos muy pronto.
ResponderEliminarBesotes,
el tito Kárim.
Gracias a ti Indiana Jones!! A ver si nos vemos pronto, y bienvenido a casa!!
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